Los Beneficios de la Ecografía en fisioterapia

Rate this post

Si hablamos de ecografía lo primero que se nos viene a la mente es que se trata de una prueba de diagnóstica utilizada por un radiólogo, urólogo o ginecólogo para valorar la anatomía y función de distintas partes del cuerpo como por ejemplo las vísceras pélvicas o para ver la evolución de un embarazo. Y ahora os preguntaréis, ¿Para qué necesita un fisioterapeuta un ecógrafo?

ecografía

Antes de empezar queremos aclarar un concepto, y es que el fisioterapeuta no tienen la competencia profesional para realizar diagnósticos médicos, por lo tanto no utilizaremos el ecógrafo para dicha finalidad. No obstante, la ecografía musculoesquelética es realmente competencia de la mayoría de profesiones sanitarias, es decir, es una herramienta utilizada por diferentes profesionales con múltiples finalidades más allá del diagnóstico. En nuestra profesión, nos va a permitir valorar los diferentes tejidos y estructuras del cuerpo humano, así como poder realizar un seguimiento de su evolución o validar las diferentes técnicas fisioterapeúticas con la finalidad de conseguir intervenciones más efectivas y seguras para el paciente.

 

A diferencia de otras pruebas de imagen tales como la resonancia magnética (RNM), la ecografía es más económica y  rápida, lo que nos permite llevar a cabo exploraciones dinámicas en tiempo real, ver como se comporta un músculo o una articulación en movimiento o una víscera pélvica en el caso de la fisioterapia uroginecológica.  Por otra parte, cabe destacar también que la ecografía utiliza ultrasonidos por lo que es un método inocuo y muy poco invasivo a diferencia de las técnicas radiológicas como el TAC o los Rayos X.

En el mundo de la fisioterapia, la ecografía se ha convertido en una herramienta esencial, ya que permite mejorar nuestras competencias en distintos campos:

  • Fisioterapia traumatológica: Nos permite valorar estructuras musculares y tendinosas (en patologías más comunes como tendinitis del manguito rotador, epicondilitis, tendinitis de la pata de ganso…) así como también evaluar la cortical ósea y poder descartar patologías como fisuras o fracturas.

 

  • Fisioterapia deportiva: Podemos evaluar la estabilidad de una articulación para verificar si las estructuras vecinas cumplen su función, observar el estado de las partes blandas como tendones y ligamentos (muy útil en degeneraciones y esguinces) y valorar la estructura muscular permitiéndonos detectar patologías como roturas fibrilares de distintos grados.

 

  • Fisioterapia del suelo pélvico: Siendo capaces de valorar la disposición y comportamiento de las distintas estructuras pudiendo detectar así prolapsos viscerales (cistoceles, histeroceles…) o hipotonía muscular, así como entrenar la musculatura abdominal profunda y el suelo pélvico verificando en tiempo real el trabajo del paciente (biofeedback).

El uso de la ecografía en la fisioterapia ha marcado un antes y un después en nuestros tratamientos. Nos va a permitir ubicar la localización del problema para poder abordarlo y llevar a cabo el tratamiento, así como  ver la evolución del mismo. Por otra parte, si aparecen complicaciones por la propia afectación también nos permite poder derivar al médico correspondiente y que pueda intervenir y solucionar esa complicación. También, cuando el paciente acude con un diagnóstico médico, podemos observar otro tipo de alteraciones que no debemos tratar, como pueden ser fisuras,  fracturas o alteraciones más relevantes como trombosis o tumores.

 

Por lo tanto, como podréis haber visto, nuestro nuevo “compañero” de trabajo tiene muchas cosas que ofrecernos y en Fisiomar estaremos encantados de presentároslo.